Caza de ballenas: Polémica, reacciones de ONGs y de celebrities
La posibilidad de que la Comisión Ballenera Internacional pudiera autorizar la caza de estos mamíferos es sin duda el tema de la semana en el sector ambiental.
Desde el lunes y hasta este viernes se lleva a cabo la reunión anual de la comisión, en la cual se presentó una propuesta para permitir la caza comercial de ballenas, que había sido prohibida hace 25 años. Quienes están a favor de la medida argumentan que, aunque hoy la práctica no esté permitida, de todas formas se cazan ballenas alrededor del globo. De esta manera, aseguran, se podría regular la actividad y poner un cupo para controlarla. Pero un bloque de países en el que se encuentran la mayoría de las naciones latinoamericanas, encuentran inaceptable esta posibilidad y piden una prohibición total de la caza, especialmente en la zona del Santuario Ballenero Austral (cercano a la Antártida).
Los países líderes del grupo que apoya la caza son Japón, Noruega e Islandia, que capturan a estos mamíferos para fines científicos y para la producción de alimento.
Japón es un jugador especialmente clave en el tema, ya que es el principal cazador ilegal de ballenas y se lo acusa de haber enviado sobornos a la comisión para obtener votos favorables para esta medida, como señala Clarín y varios medios. Si bien ayer las autoridades japonesas declararon que existe un espacio para un acuerdo, las mismas también amenazaron con salir de la comisión ballenera si no se llega a un punto en común, de acuerdo a RTVE. Esto sería sin dudas una derrota ambiental, ya que implicaría que Japón no acataría la prohibición internacional.
Organizaciones como Greenpeace y WWF han realizado numerosas declaraciones en contra de la autorización de la caza comercial.
La segunda publicó en el diario español ABC un artículo en el cual defiende su postura asegurando que las ballenas ya no son necesarias para fines científicos, que los ciudadanos japoneses y noruegos ya no las consumen, y que el cambio climático está afectando la reproducción de las mismas.
Por su parte, el cantante Paul McCartney se sumó a la discusión pidiendo la prohibición de la medida. Sin embargo, quedan todavía tres días de negociaciones en los que todo puede pasar. ¿Cuál será el destino de las ballenas?
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